sobre textos de TESS GALLAGHER
dirección de LISANDRO PANELAS
intérprete ANA SCANNAPIENCO
duración 60min
LA BADABADOC
Mi intención era empezar, por un año, la temporada directamente en Fira Tà rrega, pero el mono teatral ha podido más y una semana antes ya me encontraba buscando alguna propuesta para saciarlo. Asà volvà a la pequeña sala de Grà cia donde se anunciaba una obra de teatro argentino de una compañÃa llamada Moscú Teatro sobre la identidad familiar. ParecÃa una obra hecha a la carta a mis gustos teatrales.
Ni que decir tiene que no me lo pensé dos veces. Y, ¡qué gran acierto! Un monólogo sobre una familia llena de particularidades que salen a La Luz gracias a los pensamientos en voz alta de la hija de un matrimonio formado por un padre dedicado al juego y la bebida y una madre preocupada, crÃtica y un tanto desesperada por el futuro que le espera, con este panorama, a su hija.
La compañÃa, según nos explican, tiene sala propia en Buenos Aires, pero se formó en Timbre 4 y la manera de trabajar es una buena muestra de ella. Aunque mi teorÃa personal es que la manera de narrar de los argentinos, en general, es de otra dimensión, aquà adquiere una poética, un ritmo que te atrapa, te sumerge al instante en el mundo de la protagonista desde los primeros instantes. Magia pura.
La escenografÃa nos traslada a unas caballerizas con toda la utillerÃa que un jinete pueda necesitar. Pero, va más allá, sin necesidad de disponer de un caballo vivo en escena, el movimiento de la protagonista durante las transiciones es tan real que la mente del espectador acaba viendo, por sà sola, el caballo, su presencia, sus gestos e incluso su manera de trotar. Todo ello en el espacio tan reducido de La Badabadoc. El poder de la imaginación es capaz de crear imágenes realistas que no reales de aquello que se le representa sin necesidad de tenerlo delante. Y la propuesta de Moscú Teatro realmente sorprende gratamente en este aspecto.
Se pueden escribir libros sobre la manera naturalista de interpretar de la gran mayorÃa de los actores argentinos. Son incomparables y Ana Scannapieco hace honor a la fama. No hay costuras, ni dobleces, es la historia explicada, hecha propia, interiorizada y que sale una y mil veces como si nunca la hubiera explicado. ¡Qué frescura!
El amante de los caballos es un montaje salvaje, tierno, emotivo y lleno de ironÃa sobre las diferentes formas de comunicarse de una familia. El punto de comedia te devuelve a la realidad de la parte más onÃrica del montaje y se agradece la "bofetada" de realidad. No se me ocurre mejor manera de empezar la temporada teatral. Bravo.
Excelente obra! Bravo por la crÃtica
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