Es tiempo de rock and roll en el Circo del Sol


Un teatro abandonado, decrépito, a medio camino entre Gaudí, Klimt y el art nouveau; un teatro en el que las paredes hablan, se mueven y entonan melodías. Tomen asiento, están en 'Zarkana'. Llegado directamente desde el emblemático Radio City Hall de Nueva York, el último espectáculo del Circo del Sol se acomodará pronto en el Madrid Arena. Se trata del primer show a gran escala que se representa en España, y según su director y guionista, François Girard (Canadá, 1963), "esta vez es tiempo de rock and roll".
Inspirado en la época dorada de Coney Island y en las carpas de circo estadounidenses de la década de los 30, llega esta historia de amor, poderes y criaturas extrañas, protagonizada por el mago Zark. En este fantástico y extraño mundo, François ha querido centrar toda la atención en las artes circenses. "La esencia es acrobática, queremos dar su lugar a las familias de intérpretes que provienen del circo. Nuestro objetivo es presentar el mejor espectáculo acrobático del mundo".
Con una estética enigmática y barroca, en esta ocasión el hilo conductor es la música. Girard lo define como "una extravagancia musical, una ópera rock acrobática". El 'alma máter' de este proyecto, que ha creado un mundo surrealista para los personajes y, por supuesto, para los espectadores, explica que "lo más importante es que la gente lo recuerde. Hoy en día estamos tan saturados que nuestra gran ambición es grabar algo en el corazón del público".
Cruzando la línea entre lo real y lo imaginario estarán los más de 70 artistas que participan en el show, donde las nuevas tecnologías serán otra de las grandes apuestas. Sthépane Roy, escenógrafo, destaca esta parte del show: "Te lleva muy lejos en lo visual, la gente va a quedar paralizada cuando lo vea. Es una especie de viaje que empieza como una catedral de Gaudí y se convierte en Dalí".
También Girard hace hincapié en la parte multimedia, "no recuerdo bien la primera vez que vi todo el espectáculo, pero lo que no olvidaré fueron los ensayos en Orlando, la primera vez que probamos los efectos especiales. Fue increíble, no paramos de reírnos".
François ha tocado todos los palos en el mundo de las artes escénicas y ésta es la segunda colaboración con el Circo del Sol. Su 'ópera prima' es ZED, con base en Tokio. Pero, ¿cine, ópera, teatro...?, no tiene favorito. "Yo me hago muchas veces la misma pregunta. Una cosa que sí sé es que no hay tanta diferencia entre los géneros. Yo lo que intento es crear un diálogo, una conexión entre la gente para poder darles dos horas de entretenimiento".
Eso sí, el Circo del Sol le crea adicción. "Me quedo encantado con los espectáculos, igual que todo el mundo que los ve. Establecen el balance perfecto entre teatro y acrobacias".
El origen de 'Zarkana' está en la unión de las palabras 'bizarre' (extraño) y 'arcana' (misterio), un tentempié complicado de digerir. Si a esto le unimos que este espectáculo "no tiene nada que ver con los anteriores", o al menos eso asegura su director, la cosa se complica.
El protagonista de la historia es Zark. Un mago que ha perdido a su amada y con ella, sus poderes. Sumido en la tristeza y a la espera de su regreso, se sumerge en un mundo de fantasía en el que habitan seres y criaturas extrañas.
Fuente: María Jesús Hernández (www.elmundo.es)

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