La 'Electra' de Galdós vuelve al Español 109 años después

En 1901, Benito Pérez Galdós salió a hombros del Teatro Español de Madrid tras el estreno de Electra, obra que entonces revolucionó la sociedad por su anticlericalismo y que ahora se reestrena, adaptada por Francisco Nieva, dirigida por Ferrán Madico e interpretada por Sara Casasnovas.

Galdós pasaba entonces de escribir Episodios Nacionales a protagonizarlos, y a partir de hoy vuelve al teatro madrileño porque "afortunadamente, por su visión de futuro, y desafortunadamente, por todos los temas todavía no resueltos, la obra no ha perdido vigencia", explica Madico.

Electra, ahora encarnada "de manera desgarradora y muy física" por el popular rostro televisivo de Casasnovas, es la heroína española con la que Galdós, dice el director, "se subió al carro de la modernidad europea".

Como la Nora Helmer de Casa de muñecas, lucha por escribir su propio destino. Pero no se enfrenta a su marido, sino a su madre, Eleuteria, y a su tía Evarista, que quieren que se recluya en un convento.

Este nuevo montaje de Electra, que fue estreno el pasado 6 de mayo en Gran Canaria, estará en cartel en Madrid hasta el 20 de junio y apuesta, con la supresión casi total del segundo acto, por "dar la vuelta a la obra, desdibujando lo costumbrista y entrando en lo simbólico", según el director.

Es decir: fuera ya de la mecha revolucionaria que encendió en su contexto -"en el teatro ya no podemos hacer esas cosas", dice Madico-, emerge la esencia dramática y universal de los personajes, apoyados en las "dificilísimas interpretaciones" de Casasnovas, Antonio Valero, Maru Valdivielso y Miguel Hermoso Arnao.

Electra, Eleuteria y Evarista -"¿no son esas tres es la e de España?", se pregunta el director- y Máximo, el hombre de vocación científica que se enfrenta a las creencias del resto, se acercan así al siglo XXI por obra y gracia de Francisco Nieva y del propio Madico.

"Hemos desplazado el epicentro del enfrentamiento a clericalismo y anticlericalismo hacia el debate entre oscurantismo e Ilustración, que sigue condicionando a la especie humana", asegura el dramaturgo y director.

Y él, curtido en obras anglosajonas de Shakespeare, Mamet o Pinter, ahora se declara "galdosiano de pro", por considerar al autor de Misericordia un hombre que derribó las fronteras de la novela y la escena "mezclando diálogos teatrales con descripción mediante imagen" en una suerte de "antesala del cine".

Por ello, la nueva Electra se nutre de una puesta en escena sumamente contemporánea, que incluye vídeo, coreografía, música y que reduce la duración original de la obra, adaptándose a una época de saturación informativa en la que "la capacidad de absorción del público es muy grande".

"Pero en realidad no pierde, sino gana", explica el director. "Hemos hecho una lectura más épica, más shakespeariana. Es como una seducción: con un pequeño gesto estamos provocando al imaginario del espectador", concluye.

Fuente: Mateo Sancho Cardiel (www.adn.es)

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